¿Cómo vas a saber si tu flujo vaginal huele mal si no lo hueles, o cómo vas a saber de qué color es si no lo ves?
Hola comunidad, ¿cómo están? Espero que se encuentren bien, que durante este tiempo de cuidarnos y quedarnos en casa estén saludables y aprovechando el tiempo en familia. Hoy quiero hablarles de algo que es viscoso y pegajoso, y no, no estoy hablando de un slime, tampoco de una mascarilla; les daré una pista, es viscoso pero completamente normal, además ocurre de forma natural, ¿pueden imaginarse que es?
Nuestro flujo vaginal. Sí, así es.
Estoy segura que al igual que yo muchas veces te has preguntado porqué tu flujo cambia más que el clima. Bueno, la verdad es que como lo dije antes, todos estos cambios son completamente normales.
Verás, en nuestro perfecto cuerpo, nada pasa por casualidad, todo tiene un porqué y para qué y eso es lo que pasa con nuestro flujo, y aunque es un poco pegajoso, es algo increíble ya que es una forma natural que tiene nuestro cuerpo para mantener nuestro tejido húmedo y limpio, y con ello prevenir infecciones.
El interior de nuestra cavidad vaginal está cubierta por una membrana mucosa, la cual es la responsable de mantener una zona íntima limpia y saludable. Dicha membrana produce esta mucosidad que suele ser blanca o ligeramente amarilla.
Y es que a lo largo de nuestro ciclo todas hemos experimentado cambios que no solemos identificar de inmediato; por ejemplo, si eres adolescente y estás comenzando con tu ciclo menstrual no tienes porqué asustarte, en esta etapa es completamente normal que tu flujo sea muy variado y con ello me refiero a que en ocasiones puede ser más abundante, más ligero o más viscoso, puede ser blanquecino como la clara de un huevo o ligeramente amarillo; pero si por el contrario eres una mujer madura, te resultara normal ver estos cambios en tu cuerpo y no generará alarma alguna.
Ya sea que comiences a conocer tu cuerpo o que tengas años conociéndolo, debes saber que tu flujo vaginal siempre va a cambiar, esto debido a diversos factores que siempre influyen, desde nuestra alimentación, nuestras actividades cotidianas, si realizas o no ejercicio, si estás expuesta a mucho estrés o en qué etapa de tu ciclo te encuentras.
Un flujo vaginal considerado como normal es muy parecido a una clara de huevo: ligero, viscoso y con un olor neutro, el cual ocurre antes de la ovulación, pero después de ésta, el flujo se vuelve ligeramente amarillo y bastante espeso, sin embargo, una alteración de color o de olor puede significar infección.
Quiero que sepas que sea cual sea la etapa en la que te encuentres, siempre es recomendable que realices un seguimiento o control de lo que pasa en tu cuerpo. Pero, ¿por qué?, bueno la verdad es que nadie nace sabiéndolo todo y qué mejor que te conozcas a ti misma, que explores tu cuerpo. Muchas veces nos da pena hablar de estas cosas porque pensamos que está mal preguntar, que me van a mirar raro, que se van a burlar de nosotros, pero la verdad es que es algo normal.
Nuestro cuerpo experimenta cambios y, ¿cómo vamos a saber qué hacer si no sabemos lo que está pasando? Bueno, para eso está Leya, nosotros queremos apoyarte en cada paso de tu ciclo, si tienes dudas habla, no tienes porqué sentir pena. Algo que te recomiendo hacer es que conozcas tus fluidos, puede sonar extraño pero, ¿cómo vas a saber si tu flujo vaginal huele mal si no lo hueles, o cómo vas a saber de qué color es si no lo ves?
En todo el periodo de nuestro ciclo menstrual van a ocurrir cambios, eso es seguro, pero nuestro cuerpo es tan perfecto que produce y genera lo que necesita, así que la próxima vez hazlo, conócete; tu cuerpo es perfecto y no tienes porqué sentir pena de todo lo maravilloso que hace por ti.
No tengas pena de explorarte, de conocerte; hazlo para ti y por ti, porque solo así podrás crecer sin esos tabúes y te entenderás mejor.
Escrito por la maravillosa: Mary Anguiano
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Ilustrado por la fabulosa: Karen Aguilar
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